domingo, 6 de enero de 2013

Cuando miré atrás

y lo vi todo oscuro, cuando intente mirar hacia delante y sólo pude apreciar una oscuridad aún más sombría, cuando miraba el presente y sentía que carecía de él, cuando no había salida o al menos no era capaz de verla, cuando el tiempo no era tiempo, cuando este ya no existía  miré hacia un lado y ahí estaba ella, caminando al mismo ritmo pero sosegada, con una sonrisa suave que le recorría la cara, con una mirada intensa pero a la vez tranquilizadora que me inquietaba pero al mismo tiempo me daba esa paz que tanta falta me hacía. No hizo falta mediar palabra. Rodeó mi cuello con su brazo y me llenó de paz. La miré durante unos segundos mientras su sonrisa se ampliaba. 

"Mira el cielo. Hace un día precioso. Aprécialo, aprende a apreciarlo y quédate siempre con lo bueno de las cosas."

Miré el cielo y una amplia sonrisa ensanchó mi cara. Ella sonrió simultáneamente creyendo que había comprendido sus palabras, pero no. No era ese cielo tan azul el que marcó el final de mi agonía, fue comprender que ella siempre permanecería a mi lado.


Por ti, por estar ahí siempre.
Te quiero mamá.

1 comentario:

  1. Todavia no se a invevtado la palabra que pueda definir lo inmensamente impresionante que eres. Me e quedado sin palabras. simplemente IMPRESIONANTE. ambas heredamos don, esta visto que el tuyo es el de la escritura.Seras una gran escritora, NUNCA lo dudes.
    Te quiero muchisimo ARTISTA!!

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